Conejo al ajillo
- Un conejo cortado en trozos (1.5 Kg).
- 8 dientes de ajo.
- 1 limón.
- Pimienta y perejil.
- Aceite y sal.
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– En este paso, queremos conseguir que el aceite tome el sabor del ajo. Para esto, en una sartén pondremos una taza de aceite de oliva y 8 dientes de ajo. Lo dejaremos unos 30 minutos a fuego lento.
– Los dientes de ajo no deben quemarse, si observásemos que se tuestan excesivamente, bajaremos un poco más el fuego.
– Finalmente, retiramos los dientes de ajo, y reservamos el aceite.
– Reservamos también 2 dientes de ajo que utilizaremos para la vinagreta en el siguiente paso.
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– Preparamos una vinagreta de limón, que usaremos como salsa para el conejo y las patatas.
– Utilizaremos 8 cucharadas de aceite oliva, el zumo de medio limón, y los 2 dientes de ajo que habíamos reservado del paso anterior.
– Machacamos bien los 2 dientes de ajo con un mortero, hasta dejarlos como un puré. A continuación, añadimos el aceite poco a poco sin dejar de remover, con la ayuda de unas varillas manuales. Finalmente añadimos el limón, una cucharadita de perejil picado y lo batimos hasta dejarlo bien ligado.
– Nota: el aceite de la vinagreta no es el que hemos preparado en el paso anterior, debemos usar un buen aceite de oliva virgen.
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– Para freír los trozos de conejo, utilizaremos el aceite con sabor a ajo que hemos preparado al principio.
– Ponemos el aceite a calentar a fuego medio-alto. En cuanto esté caliente, añadimos el conejo, previamente salpimentado, y lo freímos hasta dejarlo doradito y crujiente (unos 3 minutos por cada lado).
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– Picamos un diente de ajo muy finito.
– Ponemos 4 o 5 cucharadas del aceite con sabor a ajo en una cazuela de barro (podríamos utilizar también una sartén), añadimos el ajo picado y lo rehogamos brevemente, incorporamos el conejo y lo dejamos 3 minutos más.
– Lo servimos con unas patatas fritas y añadimos la vinagreta de limón por encima.